La Escuela de Ingeniería Química se ha adjudicado recientemente el proyecto de Mejoramiento a la Docencia Universitaria, denominado “Apuntando a una enseñanza universal: estrategias complementarias para potenciar el pensamiento crítico”, desarrollado por los académicos Rodrigo Ortiz (director) y Javier Silva (subdirector), con el apoyo de los estudiantes de la carrera de Ingeniería Civil Química, Katherine Araos y Manuel Vilches.

El proyecto fue financiado por la Unidad de Mejoramiento de Docencia Universitaria (UMDU), instancia que a través de la Vicerrectoría Académica trabaja ya desde hace varios años en mejorar las prácticas docentes que se llevan a cabo al interior de la Universidad.

“El tipo de proyecto al que nosotros postulamos, que es un proyecto de mejoramiento, se centra en corregir, en parte, la forma de dictar algunos los cursos, y desde ahí ver la manera de mejorar la experiencia educativa. La idea es que los chicos puedan tener un aprendizaje mucho más importante, significativo y duradero. En ese contexto, estamos trabajando en un proyecto centrado en el desarrollo del pensamiento crítico en estudiantes”, señala el profesor Ortiz.

De esta forma, el equipo se encuentra trabajando para aplicar la estrategia, específicamente, en la asignatura de “Cinética y Diseño de reactores”, la cual a lo largo de los años ha venido presentando algunas dificultades, derivando en malos resultados académicos y desmotivación por parte de los estudiantes que la cursan.

“Durante el curso nos encontramos con varias dificultades, pues muchas veces no sabíamos dónde estudiar ni cómo estudiar. Muchas veces también algunos estudiantes venían con problemas desde antes, ya que es un ramo que aborda varios aspectos de cursos anteriores”, explica Katherine.

Uno de los mayores problemas que presenta el curso, tiene relación con el alto nivel de abstracción y capacidad analítica que requiere. “A partir de esto vimos la necesidad de crear una herramienta para apoyar al profesor dentro de la formación, y que le permita desarrollar ciertas habilidades entre los estudiantes”, señala Manuel.

A través del proyecto se pretende desarrollar el pensamiento crítico y el aprendizaje reflexivo. “Esto tiene que ver con la abstracción, que es parte del perfil de egreso de la Escuela, y de la carrera de Ingeniería Civil Química, en particular. Permite, además, enfocar los resultados de aprendizaje del curso. Es una habilidad vital para cualquier profesional, pero en particular, para los ingenieros “, explica el profesor Ortiz.

Sin embargo, es importante destacar que este proyecto no viene a reemplazar, sino a complementar lo que se hacía habitualmente en el curso, agregándole el elemento audiovisual.  “Los estudiantes seguirán teniendo las clases, el apoyo de la ayudantía, y las evaluaciones de siempre, pero además van a disponer de pequeñas cápsulas, a nivel de conceptos, a nivel de ejercicios, y a nivel de reflexión, desarrolladas por el equipo”, indica el académico.

Estas cápsulas, que permitirán elevar el pensamiento crítico y la reflexión para que los estudiantes puedan aprender mejor y obtener mejores resultados en sus evaluaciones, estarán enfocadas en ejercicios basados en la lógica de qué hacer, por qué hacerlo, qué significa esto, y cómo se resuelve. “Básicamente, será una réplica de lo que creo que me ha funcionado durante todos estos años, y que a Katherine y a Manuel también les funcionó como estudiantes cuando lo pudieron ver de forma presencial. Entender por qué estoy haciendo esto, para qué me sirve y qué pasa si cambio el contexto, son una de las cosas que favorecen un poquito más la reflexión, la cual no se ha podido desarrollar fácilmente. Esperamos que esta herramienta audiovisual se acerque más a su cultura generacional y lo puedan revisar las veces que deseen”, señala el profesor.

Para Katherine este tipo de herramientas complementarias son fundamentales a la hora de mejorar el rendimiento y cambiar la percepción del curso. “Se ha demostrado que con este tipo de recursos el rendimiento de los chicos sí mejora, y también la percepción que tienen  sus estudiantes. Esto último es fundamental porque muchas veces uno viene predispuesto de cierta forma, debido a la percepción general que se tiene del ramo”, explica.

Este curso, que se dicta en el octavo semestre para los estudiantes de la carrera de Ingeniería Civil Química y en sexto año para los estudiantes de Ingeniería Civil Bioquímica, va a beneficiar directamente estas carreras, a través de la implementación de esta estrategia de aprendizaje. “A nivel de tecnología es simple, a nivel de contenido todo lo opuesto. La idea es que el proceso de pensamiento que tengan las personas que desarrollaron el material sea completamente plasmado, y los chicos puedan seguirlo. Será validado por los profesionales de la UMDU, para que tenga el sentido que estamos buscando, como implementar estrategias basadas en ejercicios. De esta forma, tendremos la validación técnica del contenido y la evaluación pedagógica del material”, explica el profesor Ortiz.

La idea surgió desde la inquietud y percepción que Katherine y Manuel tenían de la asignatura. De esta forma, conversaron con sus profesores y empezaron a cuadrar ideas, momento en que también apareció la posibilidad de postular a este fondo.

“Siempre me ha gustado dejar huellas, incluso más adelante me gustaría escribir un libro sobre alguna asignatura. Además, esta es una gran experiencia que permitirá instruirnos en el tema de los fondos. Por otra parte, me gusta mucho trabajar en equipo, sobre todo en temas que tienen que ver con la docencia”, señala Manuel.

La motivación de Katherine, en cambio, va por su constante necesidad de ayudar a sus compañeros a que aprendan. “Intento ayudarlos cuando tienen dudas, apoyarlos en armar grupos de estudio, por lo que considero que este proyecto es fundamental para contribuir al aprendizaje de cada uno de ellos”.

Este año fue el récord de asignaciones, con 29 proyectos adjudicados para el Programa de Mejoramiento (11), Innovación (3) e Investigación (15), provenientes de unidades académicas como las escuelas de Pedagogía, Kinesiología, Ciencias del Mar, Trabajo Social, Ingeniería Química, entre otras.

Cabe señalar que el profesor de la Escuela de Ingeniería Química, Sr. José Abaca, también se adjudicó el fondo, a través del proyecto “Comunicación para Ingeniería”.

Todas estas iniciativas serán financiadas con el aporte del Fondo de Desarrollo Institucional del Ministerio de Educación (UCV 20101).

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