El profesor de la EIQ, Dr. Álvaro Aracena, en conjunto con el Laboratorio de Investigación Aplicada en Metalurgia Extractiva (LIAM) de la Escuela de Ingeniería Química, acaban de obtener el patentamiento de un método desarrollado en el mismo laboratorio y que permite extraer el cobre residual presente en las escorias oxídicas que se producen en el proceso de fundición de concentrados de cobre.

La solicitud de esta patente, que data del año 2016, debió pasar una serie de filtros y evaluaciones, desde  la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL) de la Universidad, pasando por un staff de abogados independientes, hasta llegar finalmente a la evaluación por parte del Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI), constituyéndose en el segundo hito de propiedad intelectual alcanzado por la Escuela de Ingeniería Química en sus 85 años de vida, considerando que el primero de ellos data del año 1992, y que consistía en un “Sistema para generar un nuevo combustible gaseoso no contaminante y que puede ser implementado en vehículos de transporte”, método desarrollado por los profesores Teddy Gentina (Q.E.P.D), Jorge Santana, y Jaime Fernández (profesor adscrito de la EIQ).

Una patente es un derecho exclusivo que concede el Estado sobre una invención, y éste proporciona al titular la posibilidad de usar y explotar la tecnología e impedir que terceros la utilicen sin su consentimiento. Para obtener una patente de invención se deben cumplir tres criterios fundamentales: novedad, nivel inventivo y aplicación industrial, todos pasos que debió cumplir la tecnología sobre la lixiviación amoniacal de escorias oxídicas.

“La importancia que tiene nuestra patente está dada por el arduo trabajo desarrollado en conjunto con estudiantes de pregrado que trabajaron en el LIAM, lo que ha derivado en este patentamiento, el que permite entregar, a quien lo requiera y a cambio de un pago, el método para lixiviar escorias oxídicas que se producen en el proceso de fundición, residuo que actualmente se desecha, o bien, se utiliza como material de construcción en carreteras“, explica el Dr. Aracena.

Para el investigador, este tipo de patentes como la producida en el LIAM, son generadas a partir de las observaciones entregadas por las empresas mineras. “La tecnología nació por parte de uno de nuestros ex alumnos, quien consultó (en el año 2012) a las empresas pirometalúrgicas cuáles eran sus problemas y qué importancia tendrían en su resolución en el corto y mediando plazo. Así, uno de estos problemas era extraer eficientemente el metal útil, como el cobre, desde las escorias que provenían desde hornos convertidores”, declara el profesor Aracena.

Es así como los trabajos de investigación y producción científica muchas veces derivan en el desarrollo de tecnologías innovadoras que abren la posibilidad de nuevas patentes.

“Nuestro país está buscando generar innovación, pero para innovar se necesita tener una consolidación seria en líneas de investigación, y validadas, utilizando diferentes mecanismos de evaluación, como la producción científica. Mientras investigas puedes encontrarte con procesos novedosos que te presentan la posibilidad de generar una patente, lo que te abre un campo muy interesante”, indica el investigador del LIAM.

Por último, también comentó que “…….la tecnología presentada mediante la patente ha sido optimizada a lo largo de los años con la eficiencia casi completa de la extracción de cobre. Aun así, estamos indagando trabajos colaborativos con la industria, centros de investigación y universidades para aumentar el impacto de la invención”, sentenció.

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Revisa el video completo sobre el Método de Lixiviación amoniacal para la recuperación de cobre a partir de escorias oxídicas