Las alumnas de la carrera de Ingeniería Civil Química, Valentina Meza, Antonella Costa y Yoice Miranda, ganaron en febrero pasado el concurso SUPPLY SHARKS de la Cervecería AB InBev Chile, siendo el único grupo de estudiantes mujeres en presentarse al certamen, adjudicándose el gran premio de una pasantía por seis meses en la empresa, la implementación del proyecto presentado, además de USD 1.000 para cada una en capacitaciones.

Mientras buscaban prácticas a través de la plataforma Linkedin, vieron que Cervecería Chile publicó un concurso enfocado en el reúso de agua, ya que la empresa buscaba disminuir el consumo de ésta en cada uno de sus procesos. Fue así como se decidieron a postular, pasando por un largo proceso de capacitaciones, tutorías, y recorridos por la planta.

“Una vez que supimos que quedamos entre los tres grupos finalistas ,nos dimos cuenta que éramos las únicas mujeres y las más chicas. Los otros grupos estaban conformados por hombres, todos más grandes que nosotras, en último año de sus carreras, tesistas y egresados. A pesar de que esto nos asustó un poco, no nos impidió seguir adelante”, sostiene Valentina Meza.

Fue así como con la ayuda de tutores, como el maestro cervecero; y el gerente de servicios de la planta, Javier Sierra; iniciaron el recorrido para conocer la empresa e  identificar la parte del proceso dónde se podía recuperar el agua. “Javier Sierra fue como un profesor, nos explicó todo de una manera muy detallada, porque de verdad todo era nuevo para nosotras. Nos conseguía datos, y se dio el tiempo de hacernos los recorridos completos por la planta”, agrega Yoice.

 

Antes de la presentación final frente a la gerencia y al resto de los departamentos, pasaron por un arduo periodo de preparación, recibiendo capacitaciones en presentación efectiva, lenguaje especializado y exhaustivas correcciones al material a presentar. “Creo que nos fue muy bien ya que, a diferencia de los otros grupos, presentamos un proyecto muy aterrizado y de rápida implementación”, señala Valentina.

El proyecto propuesto por las alumnas consistía en desarrollar un método de reúso del agua en el área de envasado, específicamente donde se encontraba el equipo pasteurizador, el cual presentaba un problema de rebalse importante en una de sus cámaras, perdiéndose una gran cantidad de agua. Fue así como el proyecto se enfocó en reusar el agua del pasteurizador “Nuestra idea inicial era utilizar un intercambiador iónico, por la dureza del agua, pero después de un estudio que hicimos con el gerente de servicios y la empresa Ecolab, nos dimos cuenta de que el verdadero problema era el cloro presente en el agua, por lo que tuvimos que reformular todo y buscar otra metodología en tiempo récord. Finalmente decidimos usar un filtro de carbono”, señala Valentina.

Las estudiantes creen que el haber recibido una formación en Ingeniería Química, fue un plus para ellas ya que, a diferencia de los otros grupos participantes, conformados por profesionales de otras áreas, pudieron aplicar oportunamente todos los conocimientos adquiridos en la Escuela, como Química Básica, Mecánica de Fluidos, Ingeniería Económica, Control de Sensores y, sobre todo, Formulación de Proyecto.

Actualmente, se encuentran realizando la pasantía en la planta desde febrero pasado, sin embargo, el proyecto inicial sufrió algunas modificaciones, lo que les permitió aprender a adaptarse a los nuevos desafíos que les impuso la empresa. “Nuestro trabajo ya no se va a enfocar en la línea 2, donde estaba el pasteurizador, ya que éste se va a cambiar por un equipo más moderno. Ahora nos asignaron la línea 5, una lavadora de latas, que es donde se podría analizar un potencial reúso del agua”, señala Antonella.

Las pasantes se encuentran trabajando entonces con un rinser, que es un equipo que lava las latas antes de que éstas pasen a la llenadora, posterior ducha, pasteurizador y, finalmente, envasado. “Ahora estamos en la parte de ingeniería fina, aplicando todo lo que es mecánica de fluidos, ya que tenemos un caudal disponible en esta lavadora, y que podríamos reutilizar en otras líneas.  Hay una línea de lubricación por la cual pasan las latas y que también ocupa agua, entonces la que sobra del rinser podríamos ocuparla en ella y así no gastar agua extra.”, agrega Antonella

Para lo anterior, están enfocadas en analizar la compatibilidad que tiene el lubricante con el agua que se pierde en la lavadora de latas, y así minimizar el riesgo de echar a perder el proceso. Además, deben analizar muchos factores, como cañerías y espacios, entre otros. El objetivo es entonces bajar el índice de KPI, que es agua ocupada por cerveza envasada.

 “Estamos muy contentas porque la cervecería nos dio todas las facilidades para llevar a cabo el proyecto, poniendo a nuestra disposición todos los recursos de la empresa. Además, en el verano nos dio la posibilidad de compatibilizar nuestras prácticas profesionales con el trabajo en la cervecería”, enfatiza Yoice.