El profesor de la Escuela de Ingeniería Química, Dr. Álvaro Aracena, participó recientemente de la última edición de la revista InduAmbiente, específicamente en el reportaje denominado “Escorias con Valor”, el que se refiere, en primera instancia, a las distintas formas de tratamiento de escorias, entre ellos, el que se realiza a través de la fabricación de hormigones, los que han demostrado una gran resistencia a la comprensión si son elaborados con áridos de escoria de cobre, en comparación a los hormigones que incorporan áridos convencionales de río.

En este sentido, el profesor Aracena, citando al investigador Amin Nazer, detalla que las escorias con baja cantidad de metal útil (principalmente cobre) se han utilizado en diversas aplicaciones para sustituir parcialmente el cemento hidráulico, como gravillas para líneas de ferrocarriles, ácido en mezclas asfálticas de obras viales, ácido constituyente de los morteros y hormigones de cemento, abrasivo en la limpieza por chorros de arena de estructuras metálicas y, en ocasiones, albañilerías de bloques de escorias moldeados. “El mismo autor indica que pueden reemplazar el cemento Portland, ya que algunas escorias de cobre tienen propiedades cementosas”, señala el Dr. Aracena en la publicación.

Más adelante, en el mismo reportaje, donde se hace referencia a la “Recuperación del Cobre”, se destaca el trabajo del investigador de la PUCV, quien lideró el proceso de la obtención de la patente recientemente concedida (por la INAPI) para el “Tratamiento hidrometalúrgico de escorias oxídicas mediante el uso de hidróxido de amonio”, donde el Dr. Aracena y su equipo de investigadores del LIAM demostraron que, a través de una alta concentración de amonio y considerando los efectos del pH de la solución, se puede recuperar sobre un 85% del cobre, que lamentablemente hoy se pierde en las escorias.

Leer más en Revista InduAmbiente páginas 58 a la 61

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