El jueves 28 de abril los profesores Dr. Álvaro Aracena y Paz Fuenzalida, junto a la estudiante de la carrera de Ingeniería Civil Metalúrgica, Srta. Loredana San Martín, asistieron al Colegio Cristiano de Quilpué (CCQ), con el objetivo de llevar a cabo experiencias participativas sobre el proceso metalúrgico, las que estuvieron dirigidas a estudiantes de 3ro y 4to medio del área de ciencias del establecimiento.

Durante la visita, los profesores y la estudiante realizaron una breve reseña de la escuela, sus tres carreras y sobre el quehacer de los profesionales del área.

Posteriormente, los estudiantes del CCQ participaron de dos talleres: Electrodepositación de Cobre y Sedimentación de Relaves, impartidos por los profesores y la estudiante, actualmente memorista, del Laboratorio de Investigación Aplicada en Metalurgia Extractiva (LIAM).

De este modo, el primer grupo integrado por 22 alumnos separados en cuatro grupos, trabajaron con cuatro celdas de electroobtención, siendo partícipes de la experiencia de “electro depositar cobre en una cuchara”. Esto se realizó utilizando un electrolito con concentración de 50 gramos por litro de cobre en solución, y 200 gramos por litro de ácido sulfúrico, solución en la cual se sumergió una pequeña cuchara con un ánodo de plomo. Luego, se aplicó una corriente continua de 320 A/m². “Al retirar la cuchara se observó cobre depositado en ella, a esto se llama electrodepositación de cobre. Lo interesante es que los estudiantes pudieron llevarse las cucharas con cobre a sus casas, como recuerdo de la actividad. Esta novedosa experiencia fue propuesta por la docente Dra. Martha Claros”, destacó el profesor Aracena.

Más adelante, en el taller de “Sedimentación de Relaves” se explicó lo que es un relave, lo importante de la sedimentación y el uso de reactivos “floculantes” para la posterior recuperación y reutilización de agua. En esta experiencia los estudiantes manejaron el relave, el floculante y los agitadores mecánicos, permitiéndoles comparar y observar el material sin y con floculante, evidenciando que al adicionar este último, el sólido decantaba rápidamente, quedando un agua menos contaminada y transparente. A través de una experiencia totalmente sustentable, se demostró la importancia de recuperar el agua para retornarla al proceso. En ambas actividades se incluyó un video sobre la temática, didáctico y adecuado para los participantes.

“Los estudiantes estaban súper contentos, porque no sabían lo que era el cátodo de cobre y se llevaron uno con la electrodepositación en la cuchara. Además, conocieron el trabajo del metalurgista. Pudieron ver equipos e instrumentación que no ven cotidianamente. Estaban sumamente sorprendidos con la experiencia. Son importantes estos tipos de actividades, ya que a través de ellas fomentamos el tema de trabajar en investigación y ser curiosos, haciendo a los estudiantes partícipes del proceso metalúrgico”, explicó el profesor.

Posteriormente, el segundo grupo conformado por otros 25 estudiantes, pudieron participar de las mismas experiencias. “Dentro de este grupo había chicos que al principio no se veían muy entusiasmados, pero luego de un rato estaban muy concentrados y no querían que la actividad terminara, logramos motivarlos”, añadió el profesor Aracena.

Cabe señalar, que esta iniciativa fue posible gracias a la gestión de la profesora de la EIQ, Paz Fuenzalida, y de Francisca Meza, docente del Departamento de Ciencias del Colegio Cristiano de Quilpué.

“Además, quisiera agradecer el trabajo de las laboratoristas de la Escuela de Ingeniería Química, quienes prepararon toda la instrumentación para ser trasladada al colegio, a nuestros apoyos de laboratorio por la limpieza de todos los instrumentos y, de paso, agradecer la eficiente gestión de la profesora Dra. Dreidy Vásquez, a cargo de los laboratorios de la EIQ. Por otra parte, también quisiera destacar la colaboración brindada por el profesor Dr. Rodrigo Ortiz, quien nos facilitó fuentes de poder para llevar a cabo la primera experiencia.”, concluyó el profesor Aracena.