Los estudiantes memoristas de Ingeniería Civil en Metalurgia Extractiva, John Muñoz y Gabriel Aravena, concluyeron recientemente su exitoso trabajo de tesis en la Compañía Minera Pullalli, perteneciente al Holding Minero CEMIN, donde tuvieron la posibilidad de buscar soluciones innovadoras para hacer más eficientes y sustentables los procesos de la empresa.
A través del trabajo de título denominado “Evaluación técnico-operacional del uso de agua de mar en el proceso de lixiviación cianurada de minerales auríferos”, pudieron llevar a cabo la iniciativa propuesta por la Dirección de Innovación de la compañía de buscar alternativas más eficientes a los procesos operacionales actuales, bajo un contexto territorial de déficit del recurso hídrico continental.
“Por la cercanía que tenemos con el mar, decidimos estudiar la factibilidad de usarlo como fuente. Era una alternativa atractiva”, explica Ricardo Poblete, Ingeniero Metalúrgico de Pullalli, uno de los profesionales que lideró el proyecto.
El objetivo el trabajo, el cual fue desarrollado bajo la tutela del profesor de la EIQ, Dr. Pedro Robles, fue evaluar la factibilidad de operación del proceso de lixiviación cianurada de minerales auríferos utilizando agua de mar, lo cual representa un aporte significativo a la descongestión de la matriz hídrica continental en los procesos mineros.
La idea del proyecto fue la utilización directa de agua de mar, sin pretratamientos ni procesos de desalación por osmosis inversa o tecnologías similares, buscando la minimización de los costos de la operación. Lo anterior implicó un gran desafío, debido al manejo crítico de ciertos parámetros operacionales que los procesos de cianuración de oro requieren, como el pH para evitar caídas en la recuperación o la formación de gases tóxicos. Para el caso particular del agua de mar, por su alto contenido de sales disueltas, presenta una resistencia a la modificación de su pH natural hasta los valores necesarios para el proceso, efecto conocido como buffer, y un alto potencial de generar incrustaciones de sales en las líneas de operación.
Por tanto, para derribar aquella primera barrera, los estudiantes debieron realizar varias pruebas con distintas dosis de reactivos modificadores y proporciones de agua de mar e industrial, hasta conseguir maximizar el uso de este recurso con un menor consumo de reactivos de modificación.
El proyecto continuó con la determinación de parámetros y variables que favorecieran la recuperación de oro en las condiciones mencionadas, utilizando mineral proveniente de la faena. Para ello, se realizaron pruebas de lixiviación en botellas a escala de laboratorio y, posteriormente, a modo de optimizar tales variables, se ejecutó un proceso de lixiviación en columnas a escala piloto, lo cual permitió simular el comportamiento de una pila de lixiviación convencional, manteniendo un control minucioso de las variables en estudio.
Todo este proceso de pruebas y análisis tuvo una duración de siete meses, entre febrero y agosto del presente año, y se desarrolló en su totalidad en las instalaciones de Compañía Minera Pullalli.
Cabe señalar, que el principal resultado de la investigación fue que el uso de agua de mar efectivamente permite la lixiviación de minerales auríferos, esto al utilizar una mezcla de 80% agua de mar y 20% de agua industrial bajo las condiciones de dosificación de sales complejantes de oro y pH optimizadas en la investigación, alcanzando recuperaciones de oro similares a las obtenidas mediante el uso de agua de origen continental. Por otro lado, la implementación del mecanismo de riego intermitente en las fases intermedias del ciclo de lixiviación, favorece la disolución de oro gracias a re-oxigenación del lecho mineralizado.
“Si bien nos encontramos en un contexto social en el cual se han cuestionado fuertemente las operaciones extractivas nacionales y su gestión con los recursos naturales, siento que la mejor manera de hacer un cambio en la minería es apostando por la sustentabilidad y sostenibilidad de los procesos, por tanto, es muy gratificante poder llevar a cabo este tipo de iniciativas con visión a futuro que aportan a un cambio en la matriz hídrica nacional.”, señala John Muñoz, alumno memorista.
Con estos resultados, el siguiente paso es llevar estas pruebas de laboratorio a un pilotaje a mayor escala, para verificar los resultados obtenidos en la primera etapa.
“Estoy muy agradecido por la oportunidad que nos brindó Pullalli de formar parte de un proyecto cuyo objetivo es lograr una minería más verde, pues, si bien el consumo de agua de mar en la industria minera es considerablemente menor al de la agricultura, ayudar a reducir los consumos de agua dulce nos permite aportar nuestro granito de arena. Por otro lado, puedo decir que en el trabajo me sentí muy cómodo, ya que las personas que nos ayudaron, sobre todo gente del laboratorio químico, siempre fueron amables y dispuestos a enseñarnos todo lo que no supiéramos, aportando ideas y soluciones ante los problemas que iban surgiendo a medida que desarrollábamos el proyecto”, sostiene el estudiante tesista Gabriel Aravena.
Por último, cabe señalar que el equipo de innovación de Pullalli evalúa la posibilidad de realizar un pilotaje similar, pero utilizando aguas servidas.
Fuente: CEMIN
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