La profesora Leire Álvarez de las Matas se ha integrado recientemente al cuerpo docente de la Escuela de Ingeniería Química, específicamente a la carrera de Ingeniería Civil de Minas.

Proveniente de la ciudad de Bilbao, España, estudió Ingeniería Civil de Minas, con mención en Recursos Energéticos, Combustibles y Explosivos y; posteriormente, mención en Explotación de Minas, en la Universidad del País Vasco.

A pesar de que durante los primeros años se desempeñó en una oficina técnica, logró adquirir gran parte de su experiencia cuando fue contratada como jefa de turno por una empresa dedicada a la excavación de túneles, para la construcción de una variante de uso civil para carretera.

“Al comienzo no me entusiasmaba mucho ese trabajo, pues mis intereses iban por el área de la eficiencia energética y de las energías renovables, pero poco a poco me empezó a gustar. El hecho de ver los avances y el progreso día a día en mi trabajo, el ser tan joven y tener que liderar a un grupo de 12 o 25 hombres con mucha más experiencia y años que yo, fue un gran desafío. En ese momento, me di cuenta de que en la universidad se aprende mucho, pero también hay que aprender trabajando en terreno”, sostiene la docente.

En el año 2014 emigra a Chile gracias un conocido de su país que se había instalado en Santiago para ejercer como ingeniero eléctrico. El auge de la minería en Chile, y la recesión económica que atravesaba España, terminaron por convencerla.  Una vez en nuestro país, comenzó a impartir clases en varias universidades de la zona, como la UDLA, la UNAB y la UTFSM.

“Por cosas de la vida, tuve que comenzar a hacer clases, la docencia no estaba dentro de mis planes, pero se dio así y, finalmente, me di cuenta de que me apasiona”, señala Leire Álvarez.

Posteriormente, conoció a algunos profesores de la Escuela de Ingeniería Química, quienes la apoyaron para unirse a la PUCV. Ella ya había postulado anteriormente a la EIQ, por lo que el proceso de incorporación fue más rápido. “Sin lugar a duda, cuando llegué noté una gran diferencia entre los estudiantes de esta universidad y de aquellas donde ya había trabajado. El saber estar, el saber comportarse en clases, el saber escuchar, es una característica que destaco de estos alumnos”, enfatiza la docente.

En cuanto al resto de la Escuela, señala que ha tenido una excelente acogida. “Yo creo que mis compañeras estaban necesitando a más mujeres dentro de la EIQ. Yo, por mi parte, espero también que vayamos aumentando el número de profesoras dentro del equipo de trabajo”.

En cuanto a sus expectativas y metas como docente, cree que es pretencioso hablar de ellas porque recién se ha incorporado. Sin embargo, señala que le gustaría transmitir su pasión por la docencia y la enseñanza. “Quisiera además sembrar en cada uno de mis estudiantes la inquietud por la sostenibilidad, las energías renovables y, en general, por el cuidado del medio ambiente. Quisiera cambiar el chip del consumismo absurdo de hoy en día, que solo genera basura y desechos, tanto en la industria y en la minería, como en el día a día de cada uno en sus casas”, concluye la profesora Álvarez.