Con motivo del 16° aniversario del Día Nacional de la Ingeniería, el Colegio de Ingenieros de Chile A.G., Consejo Zonal Valparaíso, realizó el pasado miércoles 14 de mayo una ceremonia en el Salón Amarillo de la Universidad Andrés Bello, sede Viña del Mar, en la que se dio la bienvenida a los nuevos ingenieros e ingenieras colegiados/as y se distinguió a quienes obtuvieron las mejores titulaciones de la región.

En esta ocasión fue reconocida Tiare Torres, alumni de la Escuela de Ingeniería Química de la PUCV y mejor titulada año 2024 de la carrera de Ingeniería Civil Química.

Tiare ingresó a la PUCV a través del Programa Propedéutico, instancia en la que pudo conocer el enfoque formativo integral de la Universidad, que promueve no solo la excelencia académica, sino también el desarrollo de habilidades humanas. Esta visión fue clave en su decisión de continuar su formación en la PUCV.

Aunque comenzó sus estudios en la carrera de Arquitectura, pronto descubrió que su vocación se orientaba hacia un campo más científico y analítico. Esa búsqueda personal la llevó a encontrar en Ingeniería Civil Química una carrera que integraba todas sus áreas de interés: el medioambiente, el cálculo, las ciencias aplicadas y los procesos industriales.

De su paso por la Universidad, recuerda el espíritu de compañerismo que existe en la EIQ, su participación en actividades extraprogramáticas, y vivencias significativas como la visita a la planta de tratamiento de aguas La Farfana, experiencia que le permitió comprender de forma concreta el impacto de la ingeniería en la sociedad. Uno de sus mayores desafíos fue el cambio de carrera, que implicó comenzar con desfase y asumir una alta exigencia académica para alcanzar sus propios objetivos. Gracias a su disciplina y perseverancia, logró superar estas dificultades y consolidar una trayectoria destacada.

A continuación, compartimos una entrevista donde Tiare reflexiona sobre este reconocimiento, sus intereses profesionales y su experiencia como estudiante de Ingeniería Civil Química:

¿Qué significó para ti haber recibido el premio a la mejor titulada por el Colegio de Ingenieros de Chile?

Este reconocimiento fue una forma muy significativa de visibilizar todo el esfuerzo, dedicación y crecimiento que viví a lo largo de la carrera. A veces, en medio del ritmo académico, no nos detenemos a valorar el camino recorrido. Este premio me dio esa oportunidad.

Además, no lo viví sola: lo siento como un logro compartido con mi familia, amigos y compañeros, quienes estuvieron presentes en los momentos difíciles y celebraron cada avance. Ellos también son parte de este reconocimiento.

¿Te lo esperabas?

Sinceramente, no. Nunca estudié pensando en premios, sino en aprender y superar mis propios desafíos. Mi objetivo fue siempre dar lo mejor de mí, sin buscar ser “la mejor”. De hecho, no conocía la existencia de este premio, por lo que fue una sorpresa muy especial.

¿Crees que este tipo de reconocimientos ayudan a visibilizar el esfuerzo académico de los estudiantes?

Sin duda. Muchas veces el trabajo de los estudiantes es silencioso, constante y poco visible. Estos premios validan ese esfuerzo y le dan un valor que muchas veces no se reconoce en el día a día.

¿Cuáles son tus áreas de interés dentro de la ingeniería química y hacia dónde te gustaría orientar tu desarrollo profesional?

Me motiva especialmente el impacto ambiental de la ingeniería. Quiero participar en proyectos que desarrollen soluciones sostenibles y tecnologías responsables con el entorno. También me interesa explorar otras áreas como la industria de alimentos, la minería, los bioprocesos, la gestión de residuos y el desarrollo de materiales. Desde cualquier sector, es posible aplicar un enfoque más verde, eficiente e innovador.

¿Cómo ves el rol de la ingeniería química frente a desafíos actuales como el cambio climático, la transición energética o la economía circular?

La ingeniería química tiene un rol clave, ya que transforma el conocimiento científico en soluciones aplicables a escala industrial. Nuestro trabajo puede hacer la diferencia en temas como la reducción de residuos, el uso eficiente de recursos, el desarrollo de energías limpias y el diseño de procesos sostenibles. Somos un puente entre la ciencia y la industria, y tenemos la responsabilidad de liderar una transformación hacia modelos de desarrollo más sostenibles.

¿Cómo ha sido tu experiencia como mujer en una carrera tradicionalmente dominada por hombres?

En el ámbito académico me sentí muy cómoda: hubo una buena proporción de mujeres y un ambiente respetuoso. Sin embargo, en mis prácticas profesionales noté que en cargos de liderazgo aún predomina la presencia masculina. Es un desafío que seguimos enfrentando, pero tengo la esperanza de que la creciente participación femenina impulse un cambio real. Aspiro a que, en el futuro, el género no sea un factor condicionante en el ejercicio profesional.

¿Qué consejo le darías a otras jóvenes que están considerando estudiar una carrera en ingeniería?

Les diría que exploren e investiguen todas las posibilidades que ofrece la ingeniería. Es un campo amplio y diverso, donde siempre habrá un lugar para aportar. También les diría que dejen atrás los prejuicios de género. Nuestra participación es necesaria y aporta una perspectiva valiosa al desarrollo de soluciones más integrales e inclusivas.

Revisa más sobre la ceremonia de premiación en: Colegio de Ingenieros de Chile A.G.